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¡Que viva México!

“Si no estás prevenido ante los Medios de Comunicación, te harán amar al opresor y odiar al oprimido”

Malcolm X

Los próximos días se celebrará la Independencia de México, una de las magnas fiestas de la nación. Quisiera decir que tenemos mucho que festejar y dar gracias a aquellas personas que dieron su vida porque México fuera un lugar mejor. Eso no lo digo precisamente por los íconos de Hidalgo, Morelos, Josefa y demás, sino por aquellos guerreros desconocidos que lucharon por una causa de verdad.

Es cierto que tras el movimiento de 1810 (e incluso del realizado 100 años después) se recibió una nacionalidad, patrimonio y muchas cosas más, pero no todo ha sido fiesta y gozo, sino sangre, muerte, pobreza y tristeza.  En México, en la actualidad se ve a través de los medios de comunicación la caída de las torres gemelas, los conflictos de Al-Qaeda, la primavera árabe y, más reciente, el conflicto en Siria. Todo eso parece vil y lejano, muy pocos se dan cuenta de lo que pasa en el país.

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Desalojo del Zócalo capitalino. Imagen tomada de: 24 horas. Diario sin límites.

¿Viva México? ¿Cómo que viva? Será probablemente con una muleta, miles de vendas y moretones. No, no lo digo desde un punto de vista “izquierdista-amloísta/obradorista (pejista, como también se le conoce)”, sino desde el sentido crítico. En el más reciente estudio del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) se señaló que seis de cada 10 mexicanos son de clase baja. Del 100% total, sólo 39.16% son clase media, lo que lo convierte en la segunda clase “dominante”.

Aún no se puede combatir el hambre nacional, mucho menos con la “Cruzada Nacional Contra el Hambre”, dirigida por la titular de la Secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles Berlanga. Aún cuando la Ciudad de México es el corazón del país, vemos a mucha gente vagando por las calles y sin un techo. Es innecesario señalar la Candelaria de los Patos de Manuel Altamirano para mostrar lo que habita en los alrededores de dicha zona, y de otras más como Iztapalapa o la Gustavo A. Madero (sólo por mencionar).

Las muertes siguen a la alza, ni qué decir de los secuestros que han sumado 757 en total hasta el mes de junio, cuando en 2004 sólo se registraron 323 (el más bajo desde 2000). Incluso el día de hoy (viernes 13), a unos días de la celebración del 15-16 de septiembre, se agredió a los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) para quitarlos de la plancha del Zócalo y que así se pudiera dar el grito por parte de Enrique Peña Nieto.

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Lo que no se ve en televisión. Desalojo de maestros de la CNTE del Zócalo. Imagen tomada de: Fafhoo.

El caso de los maestros es bastante amplio. Sí, es cierto que afectaron las vialidades y la vida de los habitantes de la capital por semanas. Incluso se llegó al punto de que la ciudadanía exigiera un “68” o un “halconazo”, hechos que jamás se borrarán de la historia porque fue el “síndrome de Cronos” (así lo quise llamar), el padre que mata a sus hijos.

“Porque así es uno. Hasta que no le llegan a lo suyo no siente”

Ángeles Mastretta

Completamente cierto que los niños perdieron horas de clase y que se iban atrasando, pero alguien debía poner un alto y alzar la voz. Al final de cuentas sus planteles no cuentan con lo más óptimo y necesitan material bueno (no como los libros de texto con centenas de errores tanto de información como ortográficos). Sí, de acuerdo con que se les haga una evaluación, es justo y necesario, pero no sólo se trata de eso, sino abordar el problema de la educación desde la raíz porque es una tercia: hogar-niño-profesor.

 “El Grito”, y no precisamente de Münch aunque pareciera serlo tras la lucha entre la CNTE y la Policía Federal (y dicen las malas lenguas algunos militares encubiertos), es lo más importante en la celebración. Es el momento cumbre, lo que se espera toda la noche. ¡Viva la Independencia de México! Viva la independencia de los productos norteamericanos y japoneses, de la mano de obra china, de los bancos españoles y de la política internacional. ¡Que viva México!